leer más
leer menos
Una mujer de 60 años acudió a la clínica con un diente atrapado y otro a punto de perderse. Teníamos que encontrar una solución inmediata.
Tras consultar a Cortex, elegimos un implante MAGIX que nos proporcionó una solución óptima.
Durante la cirugía, extraje el diente, coloqué el instrumento guiado, e inserté el implante.
La carga fue inmediata, la preparación mínima y, gracias a MAGIX, pude nivelar el implante adentro con seguridad.
Tras la cirugía, con el instrumento guiado todavía en su lugar, utilicé un escáner Cortex para obtener la confirmación de la ubicación exacta del implante.
Gracias a las soluciones de Cortex, la cirugía se realizó en piloto automático. Todo estaba planeado de antemano, bien organizado y lo único que faltaba era la puesta en práctica.